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Foto del escritorElena Moncada

El ciervo como animal chamánico y guía espiritual.

Los poderes del ciervo en la espiritualidad de nuestra joyería.


Los poderes del ciervo son: fuerza, virilidad, renovación y apacibilidad.


En su sabiduría nos aporta el poder de la gratitud, el hecho de valorar lo masculino, la habilidad de escuchar, nos ofrece caminos alternativos hacia una meta, tiene la habilidad de sacrificarse por el bien supremo, y el entendimiento de lo que es necesario para la supervivencia. El ciervo elige ser el guía de dos tipos de almas:


1. Las que se han propuesto aprender a disfrutar el contacto directo con la naturaleza, apreciando y protegiendo a todas las especies que habitan en ella (veterinarios, biólogos, ecologistas, botánicos y otras ocupaciones relacionadas con la restauración y protección de los ecosistemas naturales. Con todos ellos, comparte su fuerza, persistencia y capacidad de renovación. El aprendizaje de estas almas, está vinculado con la comprensión de lo que es necesario y lo que es superfluo en cada momento, con el poder de la gratitud y con la capacidad de sacrificar las satisfacciones inmediatas para conseguir objetivos a largo plazo, explorando todo tipo de caminos alternativos para llegar a alcanzar sus metas.


2. El segundo tipo de almas que el ciervo decide guiar, son aquellas que necesitan profundizar el contacto con su propia esencia masculina para poder sentirse internamente respaldados por sí mismos, por su propia fuerza, valía, creatividad y poder personal. Todo hombre y toda mujer tienen que integrar en su interior el arquetipo masculino (Animus) y el arquetipo femenino (Anima) a fin de poder llegar a ser personas autónomas, independientes, equilibradas y felices.


El ciervo representa el principio masculino activo que apoya y protege al principio femenino pasivo gestador de vida.

El ciervo para el cristianismo, representa la renovación perpetua de la vida y de las estaciones, gracias a su cornamenta (en forma de árbol) que el macho pierde cada año al final de la temporada de apareamiento. Se encuentra en la mitología celta y nórdica y en la mitología clásica.


En la antigüedad se creía que el ciervo era un enemigo de la serpiente, por lo que entra en la iconografía del cristianismo como símbolo de Cristo, que combate y vence al demonio representado por la serpiente. De hecho, según Plinio (naturalista griego) escribió en Historia Natural, que el ciervo combate a las serpientes que buscan su agujero y con el aliento de su nariz las distingue a pesar de su resistencia, también se utiliza el olor de su cornamenta quemada para expulsar a las serpientes, y el principal remedio contra la mordedura de serpientes deriva del cuajo de ciervo muerto en el vientre de su madre.


El ciervo también tiene un papel importante en la heráldica donde representa la bondad y la nobleza. En su significado más espiritual, es un animal sagrado, espíritu de gentileza y suavidad, mensajero, brujo, personificación del maíz y de la femineidad. La cornamenta del venado es una de las características que lo han ubicado como representante de la superioridad espiritual. Como una corona, los cuernos crecen más allá de su cuerpo, acercándolo al cielo y a lo sagrado, por lo que en muchas culturas es símbolo de autoridad espiritual.


En las leyendas tibetanas los ciervos se acercan a los hombres para ayudarles a resolver sus problemas, ya que su presencia en un espacio representa la pureza de un reino donde el miedo no existe. Para los wixaritarie, pueblo del centro de México conocido como Huicholes, el ciervo es un animal que traduce el lenguaje de los dioses para los hombres. En su cosmogonía el ciervo es el primer chaman o marakame que se vuelve interlocutor entre los chamanes y los demás dioses.

Los chinos interpretan el significado del ciervo en un sentido relacionado con la fecundidad, cuanta más cornamenta tiene el ciervo, será símbolo de prosperidad. Como significado de renovación es fundamental la reconciliación con los orígenes (padres, vivos o no), agradecimiento por la vida, ya que quien está en paz con sus orígenes se cuida a sí mismo y protege sus pertenencias, se reconcilia con la vida espiritual y se relaciona positivamente con los demás, siendo fundamental para esto para estar bien con el compañero de vida o pareja.

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